Dao Das - Mario Quintero, nació en Colombia. Debido a la gran diferencia en edad y cultural, sus padres se divorciaron cuando el tenia 9 años de edad. Su infancia estuvo marcada por miedos debido en parte a que a una corta edad los jóvenes del lugar le hacían bullying, producto de su inocencia en un ambiente hostil. Sin embargo, su pasión, fuerza y gusto por el futbol, transformo prontamente esa imagen de niño inocente pues en el campo de juego era un luchador valiente frente a jovenes bastante mayores. Su adolescencia estuvo marcada por el deporte, cumplimiento en sus deberes estudiantiles, ayudar a trabajar en el pequeño negocio de su madre y la diversión no muy sana con su circulo de amigos. Aunque mostraba un inclinado interés por estudiar derecho (leyes), estudio Administración de empresas, mientras simultáneamente trabajaba como vendedor de materiales para construcción. Una vez terminada su carrera universitaria se vinculo como gerente de operaciones y finanzas a una empresa distribuidora de equipos médicos en Colombia y a los pocos años dada su inclinación a las ventas fue promovido a la gerencia comercial. A los 28 años de edad contrajo matrimonio con Martha Lucia, después de un noviazgo de 8 años. A los 31 años nació su primera hija Paula y un año mas tarde su hijo Carlos Mario, mientras simultáneamente estudiaba la especialización en Gerencia de mercadeo, de la cual también se graduó obteniendo el tercer puntaje mas alto de su promoción. A los 34 de años, acepto la posición como gerente de país para una empresa norteamericana especializada en la comercialización de equipos médicos y prontamente escalo posiciones socio-económicas, lo cual genero que su ego arrogante con complejo de superioridad, lo llevara a una crisis matrimonial y la consecuente separación de su familia, mientras simultáneamente era promovido a un cargo para la region de America Latina y El Caribe, con el consecuente traslado a Estados Unidos a pesar de su resistencia. Allí trabajando y viajando intensamente se encontró solo consigo mismo, lo que le genero una crisis existencial o emocional (depresión) la cual disimulaba con su careta de hombre exitoso en los negocios. Esta crisis le pudo generar su primer despertar a partir de un sueño en el cual apareció en sus palabras un Ser similar a las imágenes que conocemos de Cristo Jesus y le sugirió dejar en sus manos el dolor que le generaba la pérdida de su familia y le invitaba a disfrutar de la manera mas sana posible la existencia, con calma y aceptación. A pesar de que sabia que esto esto pudo haber sido producto de sus creencias y de un ilusorio sueño, decidió seguir las sugerencias del maestro y esto genero que al poco tiempo se reconciliara con su esposa y ella junto a sus hijos se trasladaron a vivir juntos en Miami, donde han convivido de manera muy armoniosa. Entre tanto, Mario aunque siguió con su habitual trabajo y familia, se convirtió en estudioso practicante del Budismo Zen uniéndose a una comunidad (Sangha) donde obtuvo grandes enseñanzas. Llegando casi a los 50 años de edad Mario fue diagnosticado con leucemia (cancer en la sangre) para lo cual se sometió a quimioterapias muy agresivas y especialmente la primera donde estuvo hospitalizado por 6 semanas, pasando los momentos más críticos para la supervivencia de su cuerpo físico debido a su debilitamiento extremo que le ocasionó la perdida de mas de 20 kilos de peso, fiebres altas y escalofríos constantes que aunados a la neumonía lo llevaron a la Unidad de Cuidado Intensivo (UCI) donde los médicos una noche llamaron a su esposa para prevenirla de que había un riesgo alto de fallecimiento. Ella sintió que debía llamar a la madre y hermanas de Mario para que se desplazaran a Miami, pues el diagnostico del paciente no era optimista. Mario siente que sufrió una laguna mental desde que su cuerpo fue trasladado a la UCI pero recuerda dos sueños (quizás producto de las alucinaciones de las altas fiebres) muy vividos: En el primero recuerda que fue contactado por monjes budistas que le pedían asistencia para ayudar a algunos seres que estaban sufriendo mucho en el bardo o transitó luego de dejar el cuerpo físico y que hablaban castellano, por lo que les debía compartir sus conocimientos y comprensión a este respecto a efectos que ese paso fuese con menos sufrimiento y así lo hizo. En el segundo fue transportado a un desierto muy cálido donde solo se visualizaban cactus en una noche iluminada por la luna y las estrellas. En su interior sabia que se debía dirigir a un lugar determinado, pero no tenia certeza del mismo. Caminaba y de pronto a lo lejos vio una humilde y pequeña casa que aparentaba tener bombillos que emanaban luz amarilla y se dirigió a la misma, pensando que ese era el destino. Sin embargo, tan pronto llego a esta casa y se disponía a tocar la puerta, de la misma salió un hombre muy alto, cara muy arrugada, cabello largo y blanco, sombrero viejo, jeans ajustados, botas casi hasta la rodilla y una campera de cuero polvorienta. El hombre solo atisbo a decirle que lo estaba esperando para iniciar el viaje de destino. Mario no sentía miedo alguno, solo lo saludo y juntos se dispusieron a caminar por el desierto uno al lado de otro y la imagen sonaría muy graciosa, pues por la alta estatura del hombre con facciones indígenas, Mario solo le llegaba a la altura del pecho. Caminaron mucho tiempo en silencio contemplando la noche y disfrutando la caminata. Finalmente el hombre pidió que debían parar y esperar en sitio absolutamente desértico. De pronto y después de unos minutos aterrizo cerca a ellos una gran nave iluminada y de ella bajo un hombre muy alto, vestido completamente de blanco, con una capa del mismo color y su cabeza en forma de huevo también de piel muy clara, acompañado a cada lado de hombres de apariencia similar que se dirigían hacia ellos. Cuando se aproximaron el hombre viejo le pregunto a Mario si tenia miedo a lo que él respondió negativamente, pues dijo que los conocía pues había convivido con ellos. El hombre blanco (vamos a llamarlo el capitán de la nave), solo lo saludo y le dijo a Mario que su MISION era recordar lo que había aprendido de su convivencia con ellos y luego debía compartirlo con los humanos que estuvieran dispuestos a recibir este mensaje. Mario lo acepto, los hombre volvieron a la nave y de pronto todo desapareció. Es como si la película hubiera acabado intempestivamente. Siguiendo en la UCI, Mario percibió que el fallecimiento de su cuerpo podría ser inminente y aunque no pensaba mucho ni tampoco sentía emociones de tristeza, angustia, preocupación, arrepentimiento, enojo o frustración; recordó un texto hindú llamado la Katha Upanishad y le dirigió mentalmente un mensaje al señor Yama (Señor de la muerte), donde le decía que aceptaba su voluntad en relación con dejar el cuerpo físico, pero que a su vez quería manifestarle que deseaba permanecer un tiempo mas en el cuerpo físico por solo dos razones: seguir apoyando a su familia, pues sentía que todavía lo necesitaban como apoyo económico y emocional y porque sentía que podía poseer algo de valor para compartir con algunos seres humanos. Posteriormente Mario fue dado de alta y siguió su tratamiento en otro hospital especializado en oncología en la misma ciudad, donde fue sometido a varias sesiones de quimioterapias y finalmente gracias al buen corazón de un donante anónimo llamado Jeremy Stolz, le hicieron un transplante exitoso de médula ósea. En palabras seguramente no originales de Mario dice que su cuerpo padeció dolores muy intensos, pero el no sufrió. Durante esos mas de 18 meses su esposa principalmente estuvo a su servicio incansable, visitándole todos los días e informándole del estado de sus hijos, para quienes esos fueron momentos emocionalmente muy tristes y preocupantes. Sus jefes en la empresa le ofrecieron todo el respaldo y su familia y amigos cercanos mostraron una gran solidaridad a través de oraciones y apoyo. Mario recuerda una frase de la Psicologa Emma Barte que lo acompañó permanentemente y que dice que el cancer es una enfermedad que te mata o te transforma y que cualquiera de las dos, esta bien. Luego del exitoso transplante y con el sistema inmune muy deprimido, Mario se reguardo en su casa y tan pronto pudo de manera virtual regreso a su trabajo habitual al mismo tiempo que empezó a estudiar para graduarse en la universidad como Coach Profesional de Vida & Negócios y posteriormente como Coach Espiritual basado en enseñanzas del budismo. Así fueron pasando los días y Mario se refugió como autodidacta en las enseñanzas místicas de varias tradiciones espirituales y un día vio que estaban entrevistando en televisión a un maestro que tenia su centro de practica y enseñanza en las montañas de Costa Rica, a quienes contacto y tan pronto se sintió con la fuerza suficiente fue a visitarlos. Allí se encontró con Sifu Rama, quien lo inicio en las prácticas taoístas especialmente Chi Kung y meditación con enseñanzas de la no dualidad que el maestro había aprendido en India con Papji (discípulo de Sri Bhagavan Ramana Maharshi) y otros maestros. Mario quien ya había leído sobre el taoísmo, disfruto y se apasiono mucho por esta practicas y enseñanzas de manera disciplinada, visitando con alguna frecuencia la montaña azul (nombre del lugar en Costa Rica) y allí le pidió un día a Sifu Rama, que le diera un nuevo nombre espiritual a lo que el maestro solo sonrió. Posteriormente, le dijo que su nuevo nombre seria Dao Das, cuyo significado el el servidor del Tao. Mario se sintió muy agradecido y complacido con este nombre. Mario prosiguió su vida entre su familia, el trabajo (reanudando sus viajes) y las practicas habituales de Chi Kung, meditación y aprendizaje auto didáctico a través de lecturas, conferencias y retiros espirituales. Sin embargo, su curiosidad y gusto por las enseñanzas de oriente sentía que debía ir a aquellas lejanas tierras, por lo que realizo dos viajes turísticos con su familia para intentar conocer sobre todo la cultura y las tradiciones ancestrales. Un día a la madrugada en las bellas montañas de Tailandia y luego de hacer su practica de Chi Kung, meditación y contemplar el bello paisaje, le llego la idea de escribir un libro que compartiera algo de la sabiduría que había tenido el privilegio de aprender de grandes tradiciones místicas y espirituales. Aunque ya había escrito un libro llamado La Entrega, donde relata un poco su historia personal y su experiencia con el cancer, sentía que debía ya como Dao Das compartir algo mas profundo y esencial, por lo que de ahí nace su libro titulado 7 Ciudades Mágicas. Posteriormente Dao Das se vincula a un grupo (Sangha) hinduista perteneciente a linaje de Adi Shankara y encuentra a su Gurú Swami Satyananda Saraswati, quien lo inicia en la tradición y como miembro activo visita el Ashram y participa en las actividades como estudio de escrituras sagradas, asiste a los Satsang (asociación o encuentro con la verdad más elevada) que imparte el Gurú, hace Seva (trabajo desinteresado), medita y contempla. Dao Das se siente muy privilegiado por La Divinidad en esta experiencia humana y su deseo en este plano de conciencia es seguir aprendiendo y compartiendo sobre lo esencial, pues su único y real deseo es la liberación (Moksha), que no es algo diferente al auto reconocimiento de nuestra verdadera esencia, eso que es lo único real que es anterior al universo, lo que lo sostiene y que es lo que somos (Consciencia Pura) anterior a nuestra mente, pues nunca ha nacido y nunca morirá a pesar de que nuestro intelecto no lo pueda comprender. Namaste!
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